¿Es mejor una opción u otra? Elegir entre ambos va a depender mucho del día y de la sensación de hambre. Te explicamos por qué:
En un zumo podemos obtener todos los nutrientes de cualquier fruta o verdura, pero tenemos que tener en cuenta que se elimina la fibra de esos alimentos. De todas formas, resultan útiles a la hora de complementar nuestra dieta tomando una mezcla de frutas y verduras que compondrán una comida, y que nos aportan vitaminas y minerales sin un exceso de calorías. Estos zumos resultan muy útiles también porque son una dosis de vitaminas y minerales inmediata, ya que al no contener fibra son absorbidos fácilmente.
Los smoothies por su parte, se hacen con una licuadora en lugar de en exprimidor, por lo tanto se mantiene más la fibra de las frutas y verduras que se le añadan. Simplemente por su contenido en fibra, implica mayor digestión, y por lo tanto nos mantiene saciados durante más tiempo. Además, para su elaboración se requiere: agua, bebidas vegetales, agua de coco o la mejor elección líquida que tengas a mano. Esto hace que tenga más volumen y la elección de los alimentos que queremos mezclar sea menor por el límite de espacio.
El smoothie utiliza muchos más ingredientes que los zumos, ya que hay vegetales a los que poco líquido se les puede sacar. En cambio, al licuarlos los aprovechamos al completo.
La diferencia de ingredientes hace que los zumos sean más caros, pues el rendimiento de los componentes es menor.
Tanto en zumos como en smoothies, hay que tener cuidado, ya que normalmente se eligen muchas más frutas que verduras para la elaboración de ambos. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que cuanta más frutas, más azúcares. Por eso recomendamos añadir más vegetales .
En cualquier caso, la mejor manera es tomar las frutas y vegetales enteros, ya que no perdemos su fibra y el acto de masticar los alimentos tienen sus beneficios. Pero si algún día te apetece tomar algo diferente ya sabes las principales diferencias, y que el smoothie en principio es la mejor opción.