¿Fin de semana de excesos? Resetea tu cuerpo
Después de días de excesos, es necesario cuidar tu cuerpo por dentro y por fuera. Toma nota de algunos consejos básicos.
Nada en nuestro organismo está regulado al azar, y el apetito no va a ser menos. La sensación de hambre y saciedad está regulada por dos hormonas: grelina (señal de hambre) y leptina (señal de saciedad). Se estudia en profundidad su relación en personas con obesidad, donde sus niveles están alterados, provocando que no se regule correctamente la señal de saciedad, lo que sería consecuencia directa de altas ingestas de alimentos.
Por ello, en esta ocasión, nos centraremos en la hormona que regula la señal de saciedad, la leptina. Esta hormona mantiene el balance energético en el cuerpo al regular el hambre de diferentes maneras. Esta hormona se segrega en el tejido adiposo en respuesta al consumo de alimentos, indicando al cerebro que llegado un momento, debe parar de comer, puesto que se ha ingerido energía suficiente.
El equilibrio correcto de estas hormonas nos van a ayudar a regular nuestro peso, manteniéndonos en un peso saludable.
Te damos algunos consejos para ayudar a que tus niveles de leptina se mantengan correctos y así tener mejores resultados. ¡Atento!
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Reduce el consumo de azúcares: el alto consumo de azúcares a través de productos procesados alteran los niveles de esta hormona al producir cierta resistencia a su función, de manera que no actúa de manera correcta.
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Descansa: tendemos a dejarnos llevar por el ritmo frenético de nuestras vidas, trabajo, problemas personales, vida social... y dejamos de lado el descanso suficiente y reparador para luego, momento que nunca llega finalmente. El cuerpo se rige por ciclos de día y noche, y la regulación de varias hormonas que comprometen nuestro gasto calórico, el metabolismo, se ven afectadas. La falta de sueño se ha relacionado con niveles bajos de leptina.
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Evita dietas extremadamente restrictivas: el cuerpo es sabio, y cuando lo sometes a estados de alta restricción calórica, produce menos leptina, por debajo de lo que debería, debido a la pérdida de grasa corporal. Esto hará que cuando comas, retrases el momento de sentir verdadera saciedad, habiendo ya consumido grandes cantidades de alimento. ¡Toma nota y comienza de nuevo!