Este tipo de dieta trata de reducir al máximo posible tu grasa corporal y al mismo tiempo que tu masa muscular aumente. Es por eso que a veces resultan bastante estrictas, ya que te lleva a comer solo de algunos tipos de alimentos.
Veamos los principales alimentos en los que se basa: arroz, pasta, patata, carnes y pescados blancos, diuréticos y batidos de proteínas. Además se aconseja aportar un mínimo de grasas al día para el buen funcionamiento del organismo.
Este tipo de dietas organizan tu alimentación para que sea una alimentación sana, pero no es completa. Por ejemplo, se olvidan de frutas para aportar vitaminas y minerales, no hablan del huevo, que contiene una proteína excelente para tus músculos. Además de tomar pescados blancos debemos incluir pescados azules, que te aporten omega 3 y 6. Los pescados azules son más grasos, pero no deben estar exentos de tu dieta puesto que te van proporcionar mayor fluidez a tu sangre, mejorando por tanto la oxigenación, crecimiento y recuperación de tus músculos.
Para concluir, podríamos considerar que estas dietas son saludables si evaluamos los alimentos que incluye, pero al eliminar otro tipo de alimentos que aportarán nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo, la convierten en un arma de doble filo.
Por tanto, la mejor opción es que si tu propósito es disminuir grasas y aumentar masa muscular, acude a un dietista-nutricionista deportivo, que sabrá orientarte mejor que nadie en cómo debes enfocar tu alimentación.