Todo esto nos lleva al consumo de comida rápida, preparada, precocinada, procesada, o a que cada componente de la familia coma a una hora distinta.
Te damos algunos consejos que te ayudan a relacionarte más con la comida:
Prepara tu lista de la compra, esto te ayudará a comer más sano, y evitarás caer en la tentación y llevarte productos que no necesitas.
Elabora platos sanos y ricos: no tienen porque ser platos que necesites dedicarle horas de elaboración pero sí que sean sanos y variados, que no sean platos precocinados, o ya elaborados.
Comer en familia: intenta programar horas para cada comida, no es recomendable comer solo o con distracciones como la televisión, móviles, ordenadores….ya que comerás hasta saturar tu estómago y no hasta estar satisfecho, aumentando así el número de calorías de cada plato.
Elabora un menú semanal, adecuado a todos los gustos de esta forma comprará solo lo que necesitas. Esto junto a la lista de la compra te servirá de mucha ayuda.
Deja que los niños y resto de la familia se implique con la comida, dedica un día a la semana para salir a comprar con ellos, que cada uno elabore un plato, o simplemente que colaboren en la elaboración de algún plato: hablamos de pelar patatas, zanahorias, una pieza de fruta, etc….
Comer no es una carrera, dedica tiempo a comer, no se trata de terminar en 10 minutos de comer rápido, hay que masticar la comida, no engullir, para acostumbrarte a dedicar ese tiempo, empieza por esperar 5 minutos más en la mesa aunque hayas terminado de comer.