Es cierto que mantener la grasa a ralla es muy importante a la hora de definir, pero recuerda que los hidratos de carbono siempre se toman en mayor cantidad para poder adquirir el volumen deseado, y por lo tanto aportan más calorías a lo largo del día. Y es aquí donde debemos hacer hincapié, ya que no se trata de eliminar los hidratos de carbono por completo de nuestra alimentación, sino de reducir al máximo las cantidades.
Es aconsejable que se empiecen a reducir de manera progresiva, es decir, un día comes la cantidad normal y al siguiente una cantidad muy reducida, hasta que consigas reducir los hidratos todos los días. También puedes probar un día a ver qué tal tolera tu cuerpo la falta de energía por parte de hidratos de carbono. Eliminándolos por completo, y aumentando la cantidad de proteínas para compensar. Al día siguiente los vuelves a incluir en cantidad reducida, hasta que consigas habituar tu cuerpo a esta reducción.
En relación a las grasas, cual sea tu objetivo lo que te recomendamos es incluir en tu dieta siempre grasas saludables. Es decir, todas aquellas que no provienen de productos procesados, preparados, etc. Estas grasas lo único que harán es procurarte beneficios y energía, mientras que las demás van ciertamente en contra de tu objetivo.