Poner el bote de leche evaporada, al menos durante 24 horas, en la nevera
Sacar ralladura de limón
Cortar los limones y exprimir. Colar el zumo para evitar pepitas
En un recipiente alto, mezclar la ralladura de limón, el yogur y la leche evaporada y sin dejar de batir (con la ayuda de las varillas eléctricas) añadir la leche en polvo, cucharada a cucharada
Batir todo bien hasta que haya triplicado su tamaño y no presente grumos
Verter el zumo de limón lentamente sin dejar de batir
Al minuto, rectificar la acidez añadiendo zumo o leche
Añadir el mousse en algún recipiente e introducir en la nevera. Puedes utilizar vasitos o copas
Dejar enfriar
Servir con ralladura de limón por encima o unas hojitas de menta
Recomendaciones finales
Sugerencia: Si no has podido ponerlo en el frigorífico puedes meter la leche evaporada 20 minutos al congelador.
Comentario nutricional: La leche evaporada, a diferencia de la condensada, no tiene azúcar añadido.