Existen varios tipos de remolacha, pero la roja es la variedad que más comúnmente consumimos las personas. Esta hortaliza resulta ser muy saludable, pues aporta un gran número de nutrientes, como magnesio, hierro, fibra, potasio y ácido fólico; vitaminas (destacando el grupo A y C) y betacarotenos, un pigmento con unas extraordinarias propiedades antioxidantes.
Hasta aquí la remolacha resulta interesante como alimento a incluir en cualquier dieta saludable, pero lo que la hace realmente interesante para una dieta deportiva es su alto contenido en nitrato, un tipo de sal que una vez en el organismo se convierte en óxido nítrico, un potente vasodilatador que te ayudará a mejorar la circulación durante tus entrenamientos, lo que se traduce en una mayor afluencia de oxígeno y nutrientes a tus músculos, incrementando tu energía y resistencia.
Esto no quiere decir que la remolacha deba ser consumida en exceso, pues tiene un alto contenido en azúcar (de hecho, es una de las hortalizas con uno de los índices más altos de este compuesto). Pero no te preocupes, te damos un tip para poder controlar su consumo al día: una taza de remolacha te aporta la misma cantidad de azúcar que una pieza de fruta.
Así que ya lo sabes, una “tacita” de remolacha ¡y a entrenar duro!