¿Qué alimentos no me pueden faltar este otoño?

Otoño, es la época del año en la que más nos acordamos de tomar alimentos que nos ayuden a fortalecer nuestro sistema inmunitario y refuerzan nuestras defensas.

En este enlace te ofrecemos información sobre los alimentos que no te pueden faltar en otoño, y que te ayudarán a aumentar tus defensas naturales.

• Cítricos (naranjas, mandarinas, limones, kiwi, limas), famosos por su contenido en vitamina C, que previene a nuestras células de las infecciones otoñales. También contiene antioxidantes, que evitan que nuestra células se dañen y por lo tanto se fortalecen nuestras defensas. Pero además por su contenido en otras sustancias químicas, conviene tomarla, ya que nos ayudan a mejorar la circulación sanguínea, evitando sensación de hormigueos en las piernas, piernas cansadas, previene de anemias, y fortalece nuestro sistema inmunitario.
• Ajo y Cebollas: son dos tipos de alimentos que apenas se mencionan cuando hablamos de fortalecer defensas, pero que están en nuestros platos prácticamente a diario, lo que representa un seguro de salud.  Se les llama alimentos-medicina porque las sustancias que contienen son potentes antisépticos, que actúan contra virus para ayudarnos a combatir infecciones; y además contienen sustancias antiinflamatorias.
• Setas: las setas otoñales, contienen un valor calórico muy bajo, hablamos de 12 kcal por cantidad de 100gr, lo que te permite comer grandes cantidades, sin aumentar el valor calórico de tus platos. Aparte de aportarnos proteínas vegetales, podemos hablar de su alto contenido en vitaminas del grupo B, yodo, vitamina E, entre otros componentes, importantes para ayudarnos a fortalecer nuestro sistema inmunitario.
• Familia Col: coles de Bruselas, brócoli, coliflor, col lombarda, berza… ricas en vitamina C, y  ácido cítrico (potenciador de vitamina C), fotoquímicos, que actúan como antioxidantes y son estimulantes del sistema de defensas.

Añade todos estos alimentos a tu cesta de la compra, llena de color tus platos, y afronta resfriados, infecciones, gripes… tan típicos de estos cambios de temperatura otoñales.