La primera fuente de energía que se consume en los ejercicios físicos es la glucosa en sangre; por lo que un consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono, en los 15 minutos posteriores al entrenamiento, aumenta los depósitos de glucógeno muscular y hepático que ha sido consumidos tras el ejercicio.
Además resultan efectivas para la reposición de glucógeno, por lo que no hay que excluirlas en la dieta de recuperación ya que junto a los carbohidratos estimulan el aporte de glucosa hacia los músculos.
Por lo tanto, respondiendo a la pregunta: qué es mejor para la recuperación tras el ejercicio, diremos que los hidratos de carbono junto a las proteínas es una excelente combinación para tomar después de un duro entrenamiento.
Algunos ejemplos de combinación sería: