Si, además es bueno después pero lo ideal sería ingerir 1 yogurt diario, ya que a parte de la fuente de calcio, al ser una leche fermentada nos protege del riesgo cardiometabólico.
Con las palomitas tenemos varios handicaps, es decir su contenido en sal es elevado y además muchas de las palomitas comerciales vienen con mantequilla.
En mi opinión si el consumo es ocasional no hay problema. A ocasional me refiero a las contadas ocasiones en las que se va al cine, no a una vez por semana,por ejemplo.
Aún así, yo compraría la materia prima y las haría en casa con aceite de oliva.
Puede ser normal, pero haz una prueba. Cuando ingieras la manzana come despacio, saboréala e intenta comerla con piel, ya que es donde más fibra podemos encontrar. Junto con la manzana ingiere una pequeña porción de frutos secos (nueves o avellanas),unas 4 nueces u 8 avellanas.
Espera 20 minutos y analiza tu saciedad. Deberías notar mejoría
Todo depende de las cantidades que tomes, es decir un café o dos diarios no supone un gran problema. El inconveniente es cuando esas cantidades son más excesivas. El consumo elevado de café puede estar relacionado con la osteoporosis en edad adulta.
El consumo del té en personas embarazadas o en personas que han sufrido abortos también se desaconseja.
Contestar es muy complicado ya que necesitaría saber muchas más información de ¿porqué no te gusta el agua? ¿textura? ¿sabor? ¿temperatura?
Fuera a parte de esas preguntas que me las puedes contestar si es preciso, a grandes rasgos te puedo decir que una manera o trucos para la ingesta de líquidos es añadir infusiones en cantidades grandes de agua para dar cierto sabor. En el caso del té habría que valorar otros parámetros como tu tensión, patologías, etc, pero empieza probando a añadir una infusión un té (desteinado) con sabores que están muy ricos.
Las recomendaciones de la Dieta Mediterránea establecen un consumo regular de pescado 4 veces por semana, siendo en mayor proporción de pescado azul (salmón, sardinas, atún, boquerón...) que de pescado blanco.
El pescado azul nos aporta muchos nutrientes beneficiosos para el organismo y para la prevención de enfermedades cardiovasculares, como vitamina E, omega 3 y ácidos grasos esenciales.
El vínculo saludable reconocido y atribuido a las nueces es su protección del corazón. Aunque son alimentos grasos, como el resto de frutos secos, el tipo de grasa que contienen es rica en ácidos grasos insaturados y mejora los parámetros cardiovasculares (colesterol, salud de las arterias e hipertensión) sin alterar ni el peso ni la composición corporal. El estudio Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea) destaca que los frutos secos y el aceite de oliva virgen son los dos alimentos considerados imprescindibles para que una dieta contribuya a la reducción de los factores de riesgo cardiovascular. Al mismo tiempo, se reconoce que comer nueces es positivo en caso de diabetes, ya que la concentración de sustancias bioactivas de las nueces podría proteger contra los procesos de inflamación crónica asociados a la resistencia a la insulina.
Las nueces, como frutos secos y alimentos energéticos y grasos que son, puede suponer ganar peso, una razón por la cual no se consumen a diario o con la frecuencia deseada. Ante esta circunstancia, son numerosos los estudios científicos que han probado si la ingesta diaria de una cantidad determinada de nueces incidiría en el peso y en la composición corporal de los consumidores habituales. En España,los resultados que corroboran tal información derivan del estudio Predimed, que ha comprobado que tras la ingesta de una cantidad moderada de frutos secos no se registraron aumentos de peso entre los sujetos. En función de estos datos, se puede concluir que el consumo diario de 30 o 35 gramos de frutos secos no tiene influencia negativa en el peso corporal total, pese al aporte extra de calorías a la dieta que suponen. En los casos en los que se ha ganado peso, este ha sido mucho menor de lo esperado y poco o nada significativo.
Mi primera recomendación es que al seguir una planificación alimentaria para la pérdida de peso no te centres en los quilos que vas a perder por semana. La efectividad de una dieta hipocalórica se mide por los cambios en la composición corporal, la mejora de los hábitos alimentarios y de estilo de vida, la mejora de la salud, entre otros.
Ante todo un dietista-nutricionista debería valorar cuánto peso necesitas perder realmente y establecer objetivos realistas que no perjudiquen tu salud. Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud recomienda que no se excedan los 0,5 quilos perdidos por semana, y el Consenso FESNAD-SEEDO aconseja que la pérdida esté situada entre los 0,5 y 1 quilo por semana.
Por lo tanto, 5 quilos por semana sería una pérdida excesiva de peso que, con toda seguridad, no sería una pérdida de grasa sino de líquidos. A parte de las consecuencias negativas que tendría una pérdida de peso tan brusca, favorecerías a volver a recuperar el peso perdido muy rápidamente (efecto rebote).