Hola Teresa, primero comentarte que sí, el azúcar puede comportarse como una droga para nuestro cerebro, ya que su consumo produce sustancias que causan placer, y el cerebro, si se la das, cada vez va a pedirte más.
Sería interesante saber detectar en qué momentos sientes más esa sensación de dulce, si cuando estás relajada o por el contrario cuando estás más tensa y con ansiedad.
Si evitas tener esos productos en casa, es un paso, pero realmente lo que tienes que trabajar es controlar la situación que te lleva a ello.
Lo que puedes probar es evitar primero esas situaciones que te llevan a tomar dulce, y sustituir o modificarlas por otras actividades. Si por ejemplo quieres dulce cuando llegas a casa y te pones a ver la tele, evita sentarte a ver la tele, donde se come sin prestar real atención, otra actividad que pueda darte la misma tranquilidad pero te tenga centrada en otra cosa, como es leer un libro, escuchar música, darte un baño... usa estos momentos para ti, para mimarte y relajarte.
No está de más que para estas situaciones recibas la ayuda de un terapeuta, nadie mejor que un psicólogo sabrá darte las herramientas necesarias para que puedas controlar estas situaciones.
Sabiendo que no es hambre real, si no más psicológica, es ahí donde debemos trabajar.