Partiendo de la base que el desayuno no es la comida más importante del día, ni es imprescindible, se podría decir que el desayuno ideal es aquel que consta de comida real. Tanto si eres de los que nada más levantarte necesitas comer, como si necesitas esperar unas horas, es importante que lo que tomes sea comida de verdad, de calidad, evitando ultraprocesados. Es decir, puedes incluir frutas (enteras, no zumo), verdura, grasas saludables, proteína de calidad, y si metes algo de hidrato de carbono, como pan o cereales, que sea integral o cereal entero.