Hola Cristina,
Mi recomendación es que pruebes a introducir la avena en tu dieta. Tanto si la empleas en forma de copos como de harina, puedes consumirla con leche de soja (cuida que no tenga azúcar añadido). Es fácil encontrar éstos derivados de la avena formados 100% a partir del grano entero del cereal (gran aporte de fibra y vitaminas, aportando poder saciante y reducción de los niveles sanguíneos de colesterol).
Por desgracia, no ocurre lo mismo con la gran mayoría de cereales de desayuno convencionales que podemos encontrar en el mercado. Ni siquiera es así con los que están etiquetados como "Integrales". La legislación alimentaria no es suficientemente clara ni estricta en éste aspecto en concreto como debería de ser para proteger los intereses del consumidor.