Se puede jugar con el ayuno en el sentido de promover un consumo de grasa del organismo mayor al tener niveles de glucosa bajos. Sin embargo, hacerlo de forma incontrolada no es adecuado, ya que existen riesgos de mareo o incluso desmayos, puesto que el cerebro solo usa glucosa como fuente de energía. En cualquier caso, no debería ser muy prolongado (por ejemplo, no aguantar desde que nos levantamos sin comer nada hasta la hora de la comida).