¡SOS! Los peligros de las dietas milagro
¡No te dejes engañar! Las dietas de adelgazamiento requieren constancia, fuerza de voluntad y tiempo. Descubre los principales mitos y acaba con ellos. ¡Atento!
¿A ti también te ocurre? Con toda la gente que he visto que desea perder peso, sólo veo que lo consiguen aquellos que tienen el deseo y vuelcan toda la fuerza de voluntad necesaria. Y es que entienden el por qué deben realizar comportamientos saludables como comer bien, llevar una vida más ordenada y activa, hacer ejercicio moderado regularmente, etc. En definitiva, tienen un objetivo claro y lo persiguen con esfuerzo y dedicación.
¿El secreto? Pues no es otro que la constancia, ya que poco a poco se acostumbran hasta hacerlos sin darse cuenta, los adquieren como un hábito. ¡Sí, cambian su estilo de vida! Tanto es así que en la mayoría de ocasiones, estas personas pierden peso y no lo recuperan. Como no, ganan salud para toda la vida.
Ahora bien... Siempre no ocurre esto. Como sabrás, en numerosas ocasiones, la historia va al revés. Cuando uno no es consciente de por qué debe cambiar sus hábitos por otros más saludables y no realiza este cambio de forma paulatina, provocará que los acabe abandonando. ¿El resultado? Ganará peso y perderá salud a corto plazo.
Parece evidente, pero la realidad es que las dietas milagro continúan triunfando. La razón probablemente es porque prometen situaciones muy atrayentes que enganchan: como conseguir bajar peso en muy poco tiempo, ¡y a veces sin esfuerzo!
¡No te dejes engañar! Y es que delante de estas situaciones no queda otra: debemos de ser cautos y reflexivos antes de iniciar cualquier dieta, ya que en caso contrario, puede conllevar consecuencias como éstas:
-
Alteraciones de salud y enfermedades. Así es: existen muchas dietas tan desequilibradas que pueden provocar enfermedades. Un ejemplo son las dietas hiperproteicas, es decir, muy ricas en proteínas procedentes de carnes, embutidos… y bajas o nulas en hidratos de carbono. Los alimentos prioritarios de este tipo de dieta contienen proteínas, colesterol, ácido úrico o sodio (sal), que aumentan el riesgo de sufrir sobrecarga renal, hipertensión, colesterol alto… Asimismo, las dietas desequilibradas no nos aportan otros nutrientes importantes, lo que pueden provocar anemia, osteoporosis, estreñimiento, pérdida de cabello…
-
Recuperación del peso e incluso aumento del mismo tras abandonar la dieta. Esto sucede porque el régimen no se hace correctamente. En vez de aprender e ir adquiriendo poco a poco comportamientos saludables hasta que éstos se conviertan en un hábito, si en un plazo de tiempo muy corto se siguen pautas muy estrictas y desequilibradas (dietas hipocalóricas muy drásticas, no se hace ejercicio físico por lo que se reduce mucho el músculo…), cuando se abandona la dieta, se consumen más calorías, el cuerpo gasta menos que antes y se aumenta de peso.
-
Mal ejemplo para los niños. Puede parecer una tontería pero, en mi opinión, pienso que no lo es en absoluto. Si se es padre o tutor de niños y adolescentes, se debe dar ejemplo de los hábitos saludables que ellos deberían realizar. Si por el contrario, se realizan dietas desequilibradas, probablemente los niños adoptarán estas creencias falsas o malos hábitos.
-
Para evitar estas consecuencias de las dietas milagro, recomiendo ponerse en manos de un dietista-nutricionista, es decir, un profesional diplomado y que pueda realizar una dieta saludable y adaptada a las condiciones y hábitos individuales, así como ir guiando paso a paso los cambios a hacer y aplicarlos de forma paulatina para que el cuerpo los adquiera como suyos y los mantenga en el tiempo. ¡No te dejes engañar!