¿Gelatina? ¡Redescúbre el mítico postre infantil!

Realmente... ¿Sabes qué es la gelatina? Sorpréndete con los beneficios que aporta este postre que generalmente relacionamos con los niños. ¡Atento!

¿Tú también eres de los que piensas que la gelatina es un postre solo para niños? En la mayoría de ocasiones, los adultos dejamos de lado este producto dulce, de forma inestable y de diferentes sabores. Sin saber bien qué es, lo compramos si hay pequeños en la casa. Ahora bien, ningún chiquitín en la familia, este postre cae en el olvido. ¿Por qué? ¿Conoces realmente sus beneficios? ¡Hoy te sorprenderás!

Antes de continuar, aclaremos que el tipo de gelatina que ofrece beneficios destacables son las placas incoloras y sin azúcares que podemos encontrar en supermercados, que puedes añadir a diferentes preparaciones para darles textura o consistencia, como cremas y salsas.

La gelatina es una sustancia sólida e inestable a temperatura ambiente, de base transparente y de sabor insípido. Se obtiene cociendo huesos, tendones y ligamentos de animales, aun así, pese a su origen poco apetecible es la mejor aliada de tus articulaciones. Esto se debe a que contiene colágeno, sales minerales y agua.

Por ello... No solo los niños disfrutan con este postre, sino que en dietas también se contempla este alimento al no contener colesterol ni grasas y, por consiguiente, ser muy baja en calorías.  También para los deportistas es un ingrediente a considerar por ser un complemento muy acertado para cuidar las articulaciones, así como  para combatir la artrosis, reducir la inflamación y fortalecer los dientes y huesos. Otra de las cosas importantes es que contiene lisina, un aminoácido que ayuda a fortalecer tus músculos.

Así pues, recuerda que la gelatina no es solo esa montañita divertida que los niños toman como postre y el cual no sería muy apropiado su consumo frecuente, puesto que suelen contener cantidades considerables de azúcar. Hay diferentes tipos de gelatinas y ésta en concreto lleva mucha azúcar. Por ello, te recomendamos que te pongas manos a la obra y hagas tu propia gelatina con los preparados en placas que podrás encontrar en cualquier supermercado, a base de zumos de frutas naturales, por ejemplo. ¡Riquísima!