Y es que para poder realizar un buen entrenamiento necesitamos una buena alimentación adecuada a nuestras nuevas necesidades, así que te damos algunos consejos que te ayuden a cambiar algunos hábitos que hacen disminuir tu rendimiento deportivo.
Huevos: Aportan vitaminas y proteínas de buena calidad, aminoácidos esenciales, grasa mono y poliinsaturada y un bajo contenido calórico. Excelente para acompañar con ensaladas, revueltos de verduras, tortillas,...
Pescado: Son una buena fuente de proteínas y ácidos grasos omega 3, también aportan yodo y fósforo. Aprovéchate de los pescados blancos e incluye en tus cenas ya que son proteínas ligeras que no te hincharán antes de dormir.
Frutas y verduras: como el plátano, naranjas, aguacate, zanahorias,..que aguantan bastante tiempo en la nevera, aportando hidratos de carbono y ayudando a rellenar los depósitos de glucógeno. Puedes tomarlos 20-40 minutos antes del entrenamiento.
Frutos secos: naturales o tostados, nada de salados o fritos. Un picoteo muy sano, que contiene fibra que ayudan a liberar glucosa lentamente y te ayudarán en entrenamientos intensos y de larga duración. Además contienen proteínas vegetales, y grasas de muy buena calidad.
Aceite de oliva virgen extra: sano y rico, hará que te alejes de mantequillas, aceites refinados y otras salsas. Se puede tomar crudo o cocinado, aunque crudo mantiene toda sus propiedades intactas y su sabor.
Yogures: ricos en calcio, proteínas de buena calidad y bajo aporte de grasa, además aportan bacterias vivas que ayudan a mantener nuestra flora intestinal. Recuerda: naturales sin azucarar.
Legumbres: ricas en hidratos de carbono de lenta absorción, y fibra, aumentarán la sensación de saciedad y no producen picos de glucemia en sangre, esto va a provocar una mejor respuesta insulínica. Aportan vitaminas, minerales y proteínas vegetales de excelente calidad, ayudándote a reducir el consumo de carnes.