Jengibre para adelgazar

El jengibre está aumentando su protagonismo en las conversaciones cotidianas que se pueden escuchar sobre productos que ayudan con la pérdida de peso.

Lo primero que podemos decir de éste producto es que, al tratarse de una materia prima sin transformar por la industria alimentaria cuando la compramos fresca, no se le han adicionado ningun tipo de sustancias. Ésto puede ser un aliciente para incluirlo regularmente en nuestra dieta, ya que nos indica que no estaremos usando materias extrañas. Los efectos beneficiosos para adelgazar también se han observado en el jengibre desecado (usado para cocinar o para regenerar con agua caliente y tomarlo como infusiones). Los productos transformados derivados (por ejemplo, la cerveza de jengibre) también puede aportar los efectos buenos para la salud, aunque este producto concreto además contiene alcohol, cuyo consumo debe limitarse.

La base científica para considerar el jengibre y sus derivados una herramienta para adelgazar puede ser su efecto beneficioso sobre el metabolismo de los hidratos de carbono. Existen estudios que apoyan la idea de que el jengibre regula adecuadamente el paso de la glucosa a las células del cuerpo. Especialmente, se centra en su capacidad de usar la glucosa en sangre para formar glucógeno (reserva energética del organismo) y no grasa en el tejido adiposo.

El consumo regular de jengibre y derivados también podría estar asociado con una disminución del hambre, una menor ingesta de alimentos en las comidas posteriores y un aumento de la sensación de saciedad. Aquí se incluyen su posible acción inhibitoria sobre la absorción de las grasas presentes en la dieta mediante la inhibición de la hidrólisis de dicha grasa y, como resultado, la disminución del tejido adiposo del cuerpo.

No obstante, hay que evitar el error de sobreestimar su efecto y por tanto ingerir más alimentos de los necesarios por el simple hecho de acompañarlos con jengibre o tomar jengibre diariamente. De éste modo no se conseguiría el objetivo de alcanzar el peso adecuado.

También cabe decir que no sería recomendable durante el embarazo, la lactancia ni en niños con menos de 6 años. En cantidades abusivas puede producir gastritis y no es aconsejable consumirlo para personas con úlcera gastroduodenal en periodo activo.