Si realizas deporte regularmente, y más si son deportes de resistencia, son una opción ideal para aportar dosis de energía durante y después de entrenar. Os listamos unas cuantas frutas que podrás incluir en tu entrenamiento:
Plátano: de las más famosas por el aporte de hidratos de carbono, de índice glucémico algo más elevado que otras frutas, por lo que nos proporcionará energía a más corto plazo que otras frutas. Otra razón es su contenido en minerales implicados en la contracción muscular, como el potasio, cuya deficiencia puede ser un factor para que se produzcan rampas musculares y por consiguiente posibles lesiones.
Manzana: rica en fibra y fructosa (azúcar natural de la fruta) que nos van a ayudar a la hora de recuperar rápidamente parte de la energía gastada durante el ejercicio. Además aportan agua que ayudan a la hidratación posterior al ejercicio.
Frutos rojos: como cerezas, fresas, etc., nos aportan fructosa, antioxidantes como la vitamina C, sustancias antiinflamatorias y agua, todos beneficiosos por ejemplo en un buen desayuno o merienda antes de entrenar.
Frutas secas: como dátiles, muy energéticos, ideales tanto durante el entrenamiento como reconstituyente.