La alimentación vegetariana como su nombre indica, basa la alimentación en productos de origen mayoritariamente vegetal, a excepción de algunos productos aceptados por ovolacteovegetarianos o flexis. En general, al no consumir carne, hay ciertos nutrientes a los que debes prestar especial atención, pues suplementarlos es esencial para que tu cuerpo reciba todos los nutrientes que necesita para mantener una salud óptima.
La soja es destacable por su contenido en proteínas vegetales de un importante valor biológico. Además, si la comparas con otras legumbres, es la que más proteínas aporta. También contiene isoflavonas, minerales y vitaminas (E y del grupo B) y fibra entre otros.
Aun así hay que tener cuidado pues la soja se encuentra dentro de la lista de alérgenos, por lo que puede dar lugar a intolerancias o alergias alimentaria, produciendo flatulencias, inflamación, dolor de cabeza, dermatitis, diarrea... Por lo que si es la primera vez que la consumes es recomendable que estés atento a estos posibles síntomas.
Para todas aquellas personas que no pueden beneficiarse de la soja, o bien quieren variar, te damos algunas alternativas sustitutivas de la soja. Te aportan lo mismo pero de manera diferente.
Contienen casi la misma cantidad de proteínas que la soja, y son muy nutritivas, por lo que resultan ser una alternativa muy aceptada para sustituir o complementar la soja según las necesidades.