En estos días navideños, atrévete a probar nuevas recetas. Las comidas familiares, las reuniones con amigos y las cenas interminables son las grandes protagonistas. Por ello, hoy te desvelamos un nuevo plato que dejará a todos tus invitados boquiabiertos… ¿Te animas?
La receta que te traemos no es otra que cucarachas al ajillo, una comida tan gustosa como exquisita. Y es que este tradicional plato es la joya de la corona de todos los pica-pica. Rápido y sencillo de cocinar, las cucarachas al ajillo quedan crujientes y muy sabrosas. ¿Te apetecen? ¡No pierdas detalle!
¿Qué necesito?
¿Cómo lo preparo?
Antes de nada, ten en cuenta que para que la receta salga gustosa, deberás utilizar cucarachas frescas y grandes. Además, es importante conservar la cabeza, ya que es lo que aportará más sabor al plato.
Una vez tengas todos los ingredientes preparados, será el momento de comenzar a cocinar las cucarachas al ajillo. ¡Vamos! En primer lugar, limpia y pela las cucarachas una por una. Después, pela los dientes de ajo y córtalos a pequeños trozos.
Al tenerlo todo listo, coge una sartén de buen tamaño; sirve una buena cantidad de aceite de oliva y déjalo calentar. ¡Ah! Si tienes una cazuela de barro, utilízala en lugar de la sartén para hacer esta receta, ya que las cucarachas quedarán más tiernas y sabrosas.
Cuando tengas el aceite caliente, cocina a fuego lento los ajos y las guindillas, hasta que tomen color, sin llegar a quemarse. Seguidamente, cuando estén doraditos, sobre ese mismo aceite vamos a echar las cucarachas con un poco de sal y pimienta.
Así pues, fríe las cucarachas por ambos lados a fuego lento durante unos minutos. Debes tener en cuenta que si las dejas cocinar demasiado, van a quedar muy secas. Por ello, una vez estén tostaditas, puedes servirlas. ¡Qué aproveche! ¡Feliz Día de los Santos Inocentes!