¡Ola de calor! Recomendaciones para una buena hidratación

La importancia de una buena hidratación durante el verano. ¿Por qué es tan importante el agua para nuestra salud?

• Regula nuestra temperatura corporal (refrigeración)
• Lubrifica las articulaciones
• Contribuye a dar estructura y rigidez al cuerpo
• Participa en el transporte de nutrientes a las células musculares y de la eliminación de sustancias de deshecho. 
• Ayuda a regular la concentración de electrolitos en la sangre.
• Además, una hidratación correcta contribuye a mantener la piel lisa y joven. La deshidratación crónica provoca que la piel se arrugue más fácilmente. 

• El líquido que se bebe (alrededor de los 1,2 litros).
• De los alimentos ingeridos: fruta, verdura, leche… (alrededor de 1 litro).
• De la cantidad de agua que produce el mismo cuerpo como resultado de procesos metabólicos (cerca de los 300 ml).
• En condiciones de mayor actividad, más calor y humedad, se necesitará más cantidad. 

• No esperar a tener sed, solo notar la boca seca ya es síntoma de deshidratación y el instinto se pierde con la deshidratación progresiva, por eso, no se tiene que confiar en tener sed, sino en tener una rutina de beber entre ocho y diez vasos de agua durante el día.
• Si no se bebe lo suficiente y se pierde agua corporal, el agotamiento se acelera y puede ser peligroso para la salud.
• Tener en cuenta las circunstancias especiales en las que se requiere un aporte extra como son: el calor, la fiebre, estar con descomposición y/o vómitos y el ejercicio físico. 
• En esta última, cuando se practica actividad física, se tiene que llevar una buena hidratación antes, durante y después para evitar deshidratarse, además una mala hidratación puede reducir hasta un 40% el rendimiento físico del deportista. 
• Para aquellas personas que les cuesta mucho beber agua porque nos les gusta, algunos trucos son:

1. Tomar infusiones frías con cubitos y un trozo de limón.
2. Congelar frutas y ponerlas mezcladas con el agua.
3. Mezclar el zumo de un limón con el agua. 
4. Priorizar el consumo de las frutas y verduras con más cantidad de agua: sandía, melón, pepino. ¿Qué prefieres?