El consumo de bebidas alcohólicas no se encuadra dentro de lo que consideramos un estilo de alimentación saludable. Aunque puedan aportar sustancias beneficiosas a tu organismo, el contenido de alcohol las hacen poco recomendables.
En este post concretamente queremos centrarnos en el vino, no como bebida alcohólica, si no como un ingrediente habitual en nuestros platos, ya que forma parte, en muchas ocasiones, de los ingredientes de no pocas recetas.
¿Qué se puede cocinar con vino? Puede formar parte de recetas muy variadas, desde frutas a carnes blancas o rojas. El blanco le vendrá bien a carnes de aves, que son más suaves y los tintos a carnes rojas, acentuando su sabor.
Cuando cocinamos no debemos preocuparnos del contenido en alcohol, pues en la medida adecuada, éste se evaporará y solo quedarán ciertos matices en el sabor. Un matiz que dependerá de los ingredientes principales de la cocción y del tipo de vino.
Se puede añadir en el momento de cocción de cada alimento o bien marinarlo previamente a la cocción: parrilla, horno, plancha... En nuestros platos quedará un matiz del tipo de vino que hayamos usado, y no supondrá un aporte calórico extra, puesto que en la evaporación del alcohol se lleva la mayoría de este extra calórico.
Así que ya sabes, en la medida justa, el uso de vino tinto o blanco es recomendable en tus recetas, puede aportar un plus de sabor a tus platos, haciendo que éstos dejen de ser tan aburridos y sin afectar a los valores nutricionales.