Nadie puede negar que lo oriental está cada vez más presente en nuestro día a día, y esto incluye su exótica gastronomía. Hoy, uno de los platos más emblemáticos de Japón, el ramen, esta causando furor en nuestro país.
De origen Chino, se trata de un bol de fideos de trigo sumergidos en un sabroso caldo, acompañado por varios ingredientes vegetales, y puede o no incluir carne o pescado, por lo que puede ser perfectamente un plato a incluir en una dieta veggie. Dependiendo de los ingredientes que conformen la base de su caldo, el ramen adquiere distintas denominaciones. Así, el Tonkotsu, es un ramen cuyo caldo tiene como base la cocción de huesos de cerdo; Shio, más ligero, cuya base parte de la cocción de huesos de pollo o Miso, en cuyo caldo predominan las verduras, son algunos de los ejemplos más populares.
A mayores, se le puede añadir cualquier ingrediente, no hay una norma establecida, por lo que varía en función de regiones (e incluso restaurantes), por lo que en general, se trata de un plato con un alto valor nutricional. Sin embargo, el ramen también es un plato propenso a ser convertido en “comida rápida”, diluyendo sus propiedades nutricionales
Nuestra recomendación en este caso es doble: por un lado, que intentes consumir ramen cuyas sus propiedades nutricionales se mantengan intactas; por otro, que en cualquier caso realices un consumo moderado, pues es un plato bastante salado y, en caso de llevar algas nori, rico en yodo (algo que hay que tomar moderadamente).
Pero consumido con moderación, se trata de un plato muy nutritivo ¡Itadakimasu!