Cantidad Vs calidad. Ahí reside el verdadero secreto de una buena alimentación. Y es que siguen siendo muchas las personas que continuan mirando las calorías que aporta cada alimento que toman, sin pararse a pensar si realmente están tomando un producto de calidad o no. "Me voy a tomar un refresco, total es light y no aporta ninguna o casi ninguna caloría". Pero sí importa.
Un alimento de calidad, calorías aparte, nos aporta nutrientes esenciales, minerales, vitaminas, grasas saludables, proteínas... que son necesarias para nuestro cuerpo.
Puede que parezca un pensamiento razonable, pero aún es mucha la gente que sigue tomando galletas 0% grasa, pensando que le está haciendo un favor a su cuerpo, pero cuando nos paramos a leer los ingredientes, quizás sí que no contienen grasas, pero seguramente a costa de una gran cantidad de azúcar. No nos dejemos engañar por las etiquetas.
Asimismo, a la hora de plantearnos consumir un alimento ultraprocesado que nos aporta solo 25kcal, frente a una macedonia de frutas hecha en casa que puede aportarte 200kcal... no pienses en números, párate a pensar qué beneficios nos va a aportar esa macedonia: fibra, vitaminas, minerales, y lo más importante, saciedad.
Aún hay quienes tachan de "prohibidos" algunos alimentos por su aporte calórico, como pueden ser los aguacates, las patatas, boniatos o los frutos secos... Estos deberían ser los protagonistas de nuestros platos, de nuestras cestas de la compra y de nuestras despensas, no aquellos que se esfuerzan en que aparezca un numero bajo al lado de la atractiva palabra "kcal", porque no se trata de contar calorías, se trata de consumir kcal que provengan de alimentos saludables.