La astenia se trata de un tipo de fatiga o “cansancio”, que puede aparecer por varios motivos (Alergias, desnutrición, factores estresantes, etc.) y, en algunas ocasiones, hay quién lo relaciona con la llegada de la primavera.
Es un error menospreciar la astenia ya que puede esconder una patología de base. Además, en muchas ocasiones genera un agotamiento físico y mental, afectando a varias funciones y estados del organismo como la capacidad intelectual (pérdida de atención y memoria), alteraciones del sueño y musculares, entre otros. Por todo ello, es conveniente consultar a un médico si la fatiga es intensa y duradera.
Vitaminas como la C o del grupo B (B5, B6, B12) y minerales como el hierro, el magnesio y los folatos pueden ayudar a disminuir el cansancio y la fatiga, así como aliviar la astenia primaveral. Para conseguir este efecto, estos nutrientes deben formar parte de la dieta habitual.
Para que te sea fácil introducirlos en tú menú te proponemos una serie de combinaciones de alimentos y platos, que te ayudarán en este objetivo.
En términos generales, intenta que la dieta sea rica en cereales integrales en vez de refinados (pan, arroz, pasta…), verduras y frutas. Asimismo, asegura una ingesta de legumbres, pescado (blanco y azul) y huevo, además de mantener una buena hidratación, al menos 1,5-2 litros de agua.
Por contra, intenta obviar o reducir el consumo de grasas saturadas (dulces, carnes rojas y sus derivados) y de bebidas como el café, refrescos, alcohol…
Finalmente, no quiero terminar sin darte otros consejos que, aunque no sean alimentarios, tienen mucha importancia si se quiere evitar la astenia primaveral: