Diferencias de dietas saludables y milagro
Cuando se habla de “dieta saludable” no siempre se refiere a una dieta para bajar peso. Una dieta es un patrón de alimentación, es decir, un conjunto de alimentos que se ingieren de forma regular y de una determinada manera.
Hay muchos tipos de dietas según su finalidad: para controlar enfermedades, para aumentar de peso, para bajarlo… Y, además, éstas pueden ser adecuadas o no. Por ello, si se desea hacer una dieta de régimen para perder peso, no es lo mismo hacerla saludablemente o hacer una muy estricta e inadecuada, pues las consecuencias o resultados de cada práctica son totalmente opuestas. Por ello, vamos a ver las repercusiones de alimentarse bien o mal cuando el objetivo es bajar peso.
En primer lugar, una de las consecuencias más indeseadas de hacer un régimen estricto es que se suele recuperar el peso y sucede el conocido “efecto rebote” o “efecto yo-yo”. Te cuento el motivo: una dieta muy estricta produce mucha ansiedad, por lo que se suele acabar con un atracón. Después de éste, aparece la culpabilidad y entonces, de nuevo, una dieta estricta. El cerebro memoriza procesos: si le enseñamos a realizar una secuencia de dieta estricta-atracón-dieta estricta-atracón, llega el día que cuando se come más de la cuenta, ni que sea poca cantidad, se retiene más energía de la que se debería, en forma de grasa.
Por otro lado, un régimen dietético agresivo puede conducir a un déficit de nutrientes, de masa muscular, de agua… lo que provoca un deterioro físico y funcional de la persona que realiza este tipo de dieta. Este estado puede conducir a que la persona se encuentre mal, pudiéndose marear por bajadas de azúcar, sentirse “sin fuerzas” para realizar sus actividades cotidianas o incluso, en algunos casos, un marcado mal humor y un carácter más agresivo.
Asimismo, otro efecto negativo muy importante de los regímenes estrictos es que no suelen realizarse durante mucho tiempo debido a que son insatisfactorios, aburridos y no gustan, y no están adaptados a las condiciones y estilo de vida de la persona que lo lleva a cabo. Es básico que la dieta se mantenga en el tiempo para conseguir la pérdida de peso deseada y mantener dicho peso. La clave está en adaptarse a nuevos hábitos saludables y olvidar conductas insanas del pasado. Para ello la dieta tiene que respetar los horarios y estilo de vida de quien la sigue y aportar platos sanos y apetecibles, todo con el fin de instaurar un tipo de dieta saludable que se pueda mantener a largo plazo.
Por último, y no por ello menos importante, es fundamental visitar a un dietista-nutricionista, especialmente si se deben perder más de 3 Kg. Es quién te puede valorar y realizar una dieta personalizada, dándote seguimiento y los consejos que necesitas para conseguir el peso que te corresponda.