¿Crudos o cocinados?
No hay alimentos malos o alimentos que no se deben comer crudos, pero sí hay alimentos que nos proporcionan más cantidad de nutrientes dependiendo de su método de preparación.
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Tomates: estamos acostumbrados a tomar un tomate rajado con una gota de aceite. Es un alimento rico en licopeno, una sustancia química que disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cerebrovasculares, y esa sustancia la podemos encontrar en mayor cantidad cuando el tomate es cocido.
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Champiñones: La mayoría de los investigadores no recomiendan tomarlos crudos, por el efecto de toxicidad y de intolerancia que pueden producir. Este efecto se pierde al cocinar el champiñón, cocido, salteado, braseado, horneado…
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Brócoli o Coliflor: Al contrario que los dos anteriores, estos dos productos se pueden consumir tanto crudos como cocinados, conservando todas sus propiedades en las dos combinaciones.
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Ajos y Cebollas: Tan presentes en tus platos. Los productos estrella de nuestra cocina con los que aderezar los platos cada día. Es mejor comerlos crudos para conservar todos sus componentes y propiedades, anticancerígenas, antisépticas, antibióticas. Sin embargo, tenemos costumbre de añadirlos al principio de todos nuestros guisos, cuando lo más conveniente sería ponerlos en ensaladas, o añadirlos al final de la preparación de nuestras comidas.
Saca el mejor partido a todos tus platos con todos nuestros trucos. Y obtendrás una alimentación diaria que te ayudará a mantenerte sano y saludable cada día