Consejos para prevenir la obesidad infantil

Consejos para prevenir la obesidad infantil

Las cifras de obesidad infantil son más altas de las deseadas, la Organización Mundial de la Salud lo confirma.

La OMS confirma que el fenómeno de obesidad infantil y juvenil (entre 2 y 24 años) se sitúa ya en el 13,9%, y la prevalencia de sobrepeso está en el 26,3%. En concreto, España presenta una de las cifras más altas en comparación con el resto de países de Europa. Hay dos causas principales que se asocian a la obesidad infantil: por un lado, una insuficiente práctica de ejercicio físico y, por otro lado, un abuso en el consumo de alimentos con muchas calorías, es decir, ricos en grasas y azúcares. Son muchos los expertos que advierten que, a diferencia de años atrás, las nuevas tecnologías (videojuegos, televisión con muchos canales, juegos e internet) favorecen al sedentarismo de los más pequeños. Los niños y adolescentes con sobrepeso tienen bastantes probabilidades de que en la edad adulta también tengan exceso de peso. Es conveniente evitarlo porque un adulto con obesidad tiende a estar “menos sano” y a tener más riesgo de desarrollar diabetes, problemas de corazón, circulatorios, tensión elevada… Afortunadamente, la obesidad infantil puede ser reversible o puede evitarse si los padres saben comer bien y cuidarse para que éstos eduquen a sus niños. La enseñanza de un niño a llevar buenos hábitos de vida es fundamental para que éste se cuide por sí solo cuando sea mayor. Aquí os dejo las principales recomendaciones para educar a un niño a llevar buenos hábitos de vida y favorecer un peso saludable:

  • Dar ejemplo. Antes que empezar a enseñar a un niño a comer bien, los padres o educadores deben dar ejemplo y realizar buenos hábitos para nosotros mismos. El niño imita, observa y aprende de los mayores, por lo que es necesario crear un entorno saludable en casa para que se dé cuenta que él tiene que seguir las mismas pautas.
  • Realizar una alimentación rica en alimentos frescos y de proximidad (frutas, verduras, legumbres, cereales integrales como el arroz, el pan…) y llevar a cabo cocciones ligeras (plancha, horno, vapor…) utilizando grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra.
  • Evitar la compra de productos precocinados y procesados y otros alimentos insanos como dulces, refrescos, patatas chip, etc.; así como minimizar las cocciones grasientas (fritos, sofritos…) con grasas poco recomendables (mantequilla, margarina, crema de leche…). Debemos enseñar al niño a que sólo introducimos los platos y alimentos “menos saludables” en ocasiones puntuales.
  • Los alimentos que tienen que estar presentes en la dieta del niño son: cereales integrales, frutas, verduras y hortalizas, lácteos cada día y, semanalmente alternándolo según el día, legumbres, pescado, carne y huevos.
  • Favorecer a la actividad física diaria, incentivando aquellos juegos que el niño le gusten.

¿Qué os parece? ¿Verdad que llevar un estilo de vida saludable es más simple de lo que pueda parecer? Eso sí, os aconsejo que si el niño tiene 2-3 años y tiene un exceso de peso importante, lo mejor es acudir a un dietista-nutricionista para que valore el caso y actúe de forma personalizada. Si tienes cualquier duda sobre nutrición infantil u obesidad infantil puedes mandar tu pregunta a un dietista nutricionista que te responderá y asesorará.

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