Con pequeños cambios mejoras tu alimentación
Los cambios radicales no es algo que todo el mundo pueda conseguir, y mucho menos fácilmente, por lo que la mayoría de gente acaba por abandonar a los pocos días. Lo mejor es ir haciendo modificaciones que supongan pequeños cambios en nuestros hábitos.
Si llegas a la determinación de que tu alimentación debe cambiar, te aconsejamos que empieces por pequeños pasos. Por ejemplo, eliminando estos 3 alimentos que consumimos habitualmente y que no son en absoluto beneficiosos:
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Salsas: no las que puedas hacer tú mismo/a en casa, si no las compradas. Más allá de no saber de qué están hechas realmente, y aunque le den cierto punto a nuestros platos, también aumentan el aporte calórico y bajan su calidad nutricional. Entre sus ingredientes siempre aparecen azúcares y grasas vegetales de mala calidad, como la palma.
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Precocinados: sacan de un apuro, sí, pero no podemos acabar acostumbrándonos a que sea un plato habitual en nuestras mesas. Aportan gran cantidad de sal, grasas poco saludables y además, no siempre son sabrosos y malacostumbras el paladar. Si eres de las personas que no tienen tiempo que dedicarle a la cocina durante la semana, seguro que puedes sacar un poco de tiempo durante el fin de semana para planificar tu alimentación durante la misma, puedes preparar tuppers y congelar… de manera que si quieres alimentarte mejor, puedes.
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Chucherías y snacks: creo que no hace falta dar mucho detalle sobre qué repercusiones que tienen sobre nuestra salud su consumo habitual, pero por si alguno está despistado: este tipo de productos están relacionados directamente con el aumento de peso, pueden provocar diabetes, hipertensión, caries... Eliminando su consumo ayudaremos a que nuestra alimentación mejore y por ende nuestra salud.