Depurar nuestro organismo controlando los alimentos que tomamos es una tendencia cada vez más extendida. Es común que muchas personas decidan prescindir del azúcar y las grasas de origen industrial, pero también de componentes como gluten y la lactosa. Es aquí donde suele asaltar la duda ¿es necesario prescindir de algunos alérgenos sin ser alérgico a ellos?
Cuando una persona es alérgica a la lactosa es porque su organismo no contiene la enzima lactasa, que es la encargada de procesar y digerir la proteína de la leche, por lo que les produce molestias, dolor intestinal o malestar gástrico. Sin embargo, las personas que pueden digerir bien la lactosa no necesitan prescindir de esta proteína de la leche, ya que no consumirla durante un tiempo prolongado, puede provocar que el cuerpo deje de sintetizar la enzima lactasa, haciendo que al volver a consumir leche con lactosa notes los síntomas de intolerancia. Además, eliminar productos ricos en lactosa, implica limitar los productos ricos en calcio y vitamina D.
Por su parte, la eliminación de gluten tiene una carga más social, ya que se trata de una tendencia impulsada por ciertas celebridades. Pero lo cierto es que, si no tienes ningún tipo de intolerancia al gluten, no tiene sentido eliminar productos que lo contengan. Hay que tener en cuenta que al eliminar el gluten estamos quitando de nuestra dieta alimentos ricos en hidratos de carbono como el trigo, la cebada, el centeno y la avena, y los derivados de cada uno de estos cereales, limitando la variedad de la dieta.
En resumen, podría decirse que, si no eres alérgico o intolerante a la lactosa o el gluten, puedes y debes seguir consumiendo productos que contengan estos compuestos, siempre con moderación y dentro de una dieta rica y variada. ¡Que aproveche!