Hoy os hablamos de qué alimentos son adecuados para aportar la energía suficiente. Hablaremos también de algunos alimentos que aportan principalmente hidratos de carbono y otros nutrientes. También algunas pistas sobre cómo introducirlo en nuestra dieta semanal.
Tres cereales que te ayudan a llegar al final del día con energía:
Espelta: subespecie del trigo, posee una cáscara más difícil de ser eliminada pero que nos aporta un mayor contenido en hidratos de carbono, fibra, minerales como potasio, magnesio y zinc y ciertas vitaminas como la B1 y B2. Aporta además proteínas de alto valor biológico, tan importante en la alimentación de cualquiera, especialmente para deportistas, cuyos objetivos, en ocasiones, requieren de un mayor aporte total. Con la harina de espelta se preparan todo tipo de pastas alimentarias, que podemos consumir perfectamente varias veces en semana, siempre cuidando cómo la preparamos, ya que según qué lo acompañe podemos estar aumentando el aporte calórico y concretamente graso de la ingesta.
Mijo: aporta algo más de proteínas que otros cereales como el trigo, maíz y arroz, y menos gluten, lo que lo hace no panificable, de ahí que se preparen tortas planas o papillas ya que su masa no sube. De sus variedades, el más consumido es el mijo perla. Aporta mayormente hidratos en forma de almidón, aunque también proteínas en valores similares a la avena y el centeno. Aporta vitaminas del grupo B y D, E y K. ¿Cómo consumirlo? En sopas, ensaladas, estofados, albóndigas o croquetas.
Amaranto: se usa la planta en su totalidad, desde los tallos y hojas hastas sus semillas. Su semilla se considera pseudocereal, como la quinoa, que aporta gran cantidad de nutrientes. Aporta una mayor concentración de proteínas que otros cereales/pseudocereales y contiene mayor proporción de lisina, un aminoácido esencial, es decir, que debemos aportar a través de la dieta ya que nuestro organismo no la sintetiza. Además de hidratos de carbono, como componente principal, y de proteínas, aporta otros nutrientes como calcio, hierro, fósforo y buena fuente de antioxidantes. Como hemos mencionado, de la planta de amaranto se aprovecha todo, con sus hojas se pueden preparar sopas y ensaladas, el grano tanto para harinas, semillas y germinados, y el resto de la planta tanto ganadería y agricultura. A diferencia de otros cereales, no contiene gluten, por lo que puede incluirse tranquilamente en la alimentación de personas celíacas.
No podemos decir nada negativo sobre estos alimentos a nivel nutricional, y son altamente consumidos en las zonas donde se producen: centroamérica, sudáfrica… y cada vez más expandida su comercialización. Y es eso precisamente lo que lo hace poco sostenible. Pero si decides consumirlos, ya sabes un poco más sobre sus propiedades.