Mariscos: todos tienen una alta concentración de nutrientes y pocas calorías. Entre sus nutrientes más característicos podemos hablar de vitaminas y minerales, tales como vitamina E, que es antioxidante, vitamina A, buena para nuestra piel y vista; vitaminas del complejo B, el acido fólico concretamente, importante para embarazadas y para prevenir anemia. En cuanto a minerales podemos hablar de su contenido en yodo, potasio, calcio, hierro, sodio, magnesio. La mejor forma de cocinarlos es hervidos y acompañados de limón, salteados con grasas de buena calidad, como el aceite de oliva virgen extra, o acompañarlos en platos ricos en fibra como es gambas salteadas con verduras, por ejemplo.
Patés: a pesar de su alto valor calórico, podemos mencionar buenas propiedades nutricionales. En general podemos destacar su contenido en vitamina A y vitaminas del complejo B, entre las que destacan la B2 y B5. Su alta concentración en estas dos últimas vitaminas hace que este alimento sea útil para ayudarnos a combatir, migrañas, estrés, ansiedad, insomnio. Estas propiedades pueden variar dependiendo del tipo de paté y variedad. También se puede aprovechar para hacer paté caseros, por ejemplo con filadelfia y nueces, de garbanzos, de aguacates y atún, de aceitunas….
Frutos secos: son frutos muy energéticos, ricos en grasa de buena calidad, como ácidos grasos omega 3, que ayudan a reducir el colesterol en sangre. Su alto contenido en fibra previene de estreñimiento. Contiene minerales como el fósforo, selenio, potasio… beneficiosos en enfermedades degenerativas.
Carne o pescados asados: usar pescados aumenta el consumo de ácidos grasos poliinsaturados, beneficiosos para disminuir el colesterol y ricos en yodo, sodio, potasio… En cuanto a las carnes, lo más usado en estas fechas, son las carnes rojas, ricas en hierro, o la carne de pato o pavo, ricas en triptófano, un aminoácido esencial que ayuda a calmar nuestro sistema nervioso, previniendo la ansiedad, el estrés y la depresión.
Y el beneficio estrella de las comidas navideñas: las largas reuniones familiares y con amigos, que nos ayudan a despejar la mente de nuestros problemas diarios y pasar agradables veladas alejados del estrés. No nos olvidemos que las relaciones sociales forman parte importante de nuestra salud.