Seguro que conoces amigas, familiares, hijas o compañeras con ganas de ser madres pero no lo consiguen, y es que una buena alimentación es tan importante que puede perjudicar a tu fertilidad. Mantener a raya el peso y llevar una alimentación sana y equilibrada es muy importante no solo a la hora de concebir sino también a la hora de inculcar una buena alimentación a nuestros hijos desde el principio.
Te damos algunos consejos que pueden mejorar tu fertilidad:
Reducir el consumo de productos ricos en grasas saturadas, por ejemplo las carnes rojas. Lo más indicado es comer este tipo de alimentos una sola vez por semana.
Tomar postres lácteos, y si son semi-grasos mejor. Así evitaremos que las grasas saturadas interfieran en las membranas celulares que participan en la reproducción. Es preferible la leche y yogures naturales antes de otros lácteos que tengan más ingredientes (normalmente grasas y azúcares).
Consumir huevos preferentemente camperos o ecológicos, pues al venir de un animal con una alimentación más natural será beneficioso.
Prioriza vegetales, frutas y/o legumbres a los hidratos de carbono refinados: sobre todo pastas, pan, arroz. Su elevado consumo aporta grandes cantidades de calorías que pueden provocarnos sobrepeso. Son preferibles las versiones integrales, aunque tampoco deben ser nuestra principal fuente de energía.
Los alimentos anteriormente mencionados deben reducirse en el consumo diario, pero no se deben eliminar de la dieta completamente. Ahora bien, los productos demasiado azucarados, fritos, procesados, margarinas, etc. sí que deben ser eliminados de la dieta, al igual que el alcohol.
En general se trata de llevar una dieta saludable, evitar el picoteo entre horas, beber al menos 1,5 o 2 litros de agua al día, realizar deporte, procurar tomar alimentos que cocinemos nosotros mismos en casa, olvidando los productos ya preparados que son más ricos en grasas y sustancias que no nos favorecen.
Otra cosa importante a mencionar es el tema referente al cocinado, ya que no es extraño ver cómo la gente cocina cualquier cosa en el microondas, o con utensilios de cocina que pueden dejar toxinas en el alimento al ser calentadas.
Por ejemplo, al cocinar con utensilios de aluminio o metal, éstos pueden reaccionar durante el proceso de calentamiento y el alimento puede absorber parte de las toxinas metálicas.
Estas recomendaciones deben seguirse al menos durante tres meses antes de concebir.