4 cosas básicas en la alimentación infantil
Aprender a comer desde pequeños es esencial porque es en la etapa en la que se asientan las bases de la alimentación, y en consecuencia de una buena salud a largo plazo.
El acto de comer no debería convertirse en una “lucha” diaria, sino todo lo contrario, desde pequeños se les ha de hacer vivir como un momento de tranquilidad, disfrute y para compartir en familia.
Os presentamos 4 peculiaridades de la alimentación de los más peques:
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Ellos saben controlar su apetito: tanto si comen mucho como si son de comer poco, siempre que nos aseguremos que los alimentos que les estamos dando son saludables, no debemos preocuparnos. En consecuencia, no es nada aconsejable darles galletas, potitos industriales, zumos, refrescos…
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Cuando son más pequeños suelen tener más apetito y a partir del año y medio, éste desciende. Pero ni mucho menos es motivo de preocupación, respeta sus ganas de comer.
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Educa su gusto desde el embarazo: si durante el embarazo has “abusado” de lo dulce, será más receptivo a lo dulce puesto que todo lo que la madre toma lo percibe mediante el líquido amniótico. De la misma forma, cuando son pequeños es mejor no darles muchas cosas dulces, pues toman fácilmente la costumbre de consumirlos y rechazarán otros alimentos. Ten siempre opciones saludables a mano.
Los problemas de peso no siempre vienen vinculados a aquellos peques que comen más, si no que también a aquellos que se mueven menos. Es muy importante que la alimentación de los niños se base en alimentos saludables y frescos, alejados de productos ultra-procesados, pero también es importante que tenga una actividad física diaria que le ayude a moverse, a descubrir nuevas cosas, además ¡luego descansarán mejor!