3 mitos sobre la dieta paleo
La dieta comúnmente conocida como paleo es relativamente reciente. Es por ello que aún circulan muchos mitos y creencias sobre ella que no son del todo ciertas.
Cada cierto tiempo surgen nuevas tendencias de alimentación. Este es el caso de la hoy popular dieta "paleo", un concepto que en los últimos años ha sido investigado por científicos y expertos en nutrición de todo el mundo, pero que por su novedad, aún genera ciertas dudas e inquietudes. Por eso en nootric hemos querido acalrar los tres mitos más extendidos sobre esta reciententemente rescatada forma de nutrición:
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Mito 1 - Se trata de una dieta.
En realidad no se trata de una dieta tal y como entendemos este concepto comunmente, sino de una forma de alimentación, un estilo de vida que busca semejar la alimentación que tenían nuestros antepasados, y que pretende ayudar a tomar mejores elecciones a la hora de elegir los alimentos que consumimos, evitando alimentos más recientes y procesados que no son naturales, y que no aportan armonía a nuestro organismo. Por lo tanto no es una dieta, ni se trata de una dieta milagro, ni pretende que se pierda peso con este modo de alimentación, sino que trata de ayudarte a ser más consciente con lo que comes.
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Mito 2 - Es una dieta hiperproteica.
Esto no es del todo cierto. Los únicos hidratos de carbono y grasas que prohíben son las procedentes de cereales, y de grasas procesadas o trans, por lo que se puede hacer de la alimentación paleo un menú equilibrado, ayudándonos de frutos secos, pescados, frutas, tubérculos, etc.
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Mito 3 - Sólo se puede comer carne cruda.
Es cierto que nuestros antepasados, en ocasiones, se alimentaban de carne cruda, pero no por ello debemos imitarlo. La parte que hace interesante a este concepto alimentario es el hecho de que nuestros antepasados consumían carne de animales que pastaban en libertad, que no consumían piensos o grano de manera indrustrializada.
Llevar una alimentación paleo puede ser un poco duro al principio. Privar a tu cuerpo de todos esos productos procesados a los que está acostumbrado puede provocar cierta ansiedad por consumir dichos alimentos, pero con un poco de perseverancia y fuerza de voluntad, los beneficios a corto, medio y largo plazo superan con creces cualquier esfuerzo inicial que tengas que realizar. ¡A por ello!