Durante el día, más o menos, hacía comidas sin excesos. Ahora bien… Era por la tarde cuando me entraba mucha ansiedad y asaltaba la despensa a por bollería o iba a la panadería y compraba pastas.
¡Ah! Y durante el fin de semana, el desayuno tampoco era muy saludable, comía pan blanco con margarina y leche con cacao: era un hábito adquirido desde niña.
Mirad en mi primer embarazo no conseguí quitarme 7 kg y en el segundo volví a engordarme casi 20kg, por lo que ya no estaba a gusto con mi cuerpo. Por ello, decidí que esta vez no me iba a pasar lo mismo, así que tomé una decisión para cambiar mis hábitos.
Mm… He conseguido cambiar hábitos, sobre todo en el desayuno y en la merienda, que era cuando peor comía. He aprendido a combinar alimentos y he descubierto nuevos alimentos que antes ni miraba cuando hacía la compra.
La verdad es que no, como me gusta todo, o casi todo, no me ha costado adaptarme. A excepción de algún plato o ingrediente que no me gustaba, el resto me ha parecido muy bueno.
Estoy muy contenta con el cambio, me siento con fuerzas para mantener mis nuevos hábitos, he conseguido bajar los 18kg de mi segundo embarazo y tres más, así que muy contenta. No tengo la ansiedad de antes y cuando la tengo, elijo alimentos saludables, como los frutos secos o la fruta.
He incorporado, más que platos, alimentos que antes no consumía, como el aguacate, el humus, queso fresco batido, pan de centeno, semillas, avena, leche vegetal, etc. El que más me ha gustado y he incorporado como un plato imprescindible es… Pasta integral con verduras, gambas y nueces. ¡¡Me encanta!! El que menos, no sabría decir, pero cualquiera que lleve acelgas, pasas…
¡Claro que sí! El hecho de subir foto y valorar los platos, te hace ver qué comes, qué cantidad, y esto hace que seas más consciente de tu alimentación.
El seguimiento del tutor y del nutricionista, me he sentido muy a gusto, siempre estáis dispuestos a ayudarnos, a cambiar alimentos o platos que no nos gustan y hacernos sentir bien, nos dais mucha motivación.
En su día ya lo comenté con vosotros y lo cambiasteis, el tema de la monotonía de los desayunos, medía mañana y merienda, eran muy repetitivos y llegaron a aburrirme, pero en el momento que lo comenté, mi nutricionista, Luis, lo cambió y, ahora…. ¡¡Cada día era un desayuno diferente y delicioso!!